Karlos Arguiñano para el programa y se dirige a la audiencia con un duro drama personal: «Una tragedia»

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Dramáticas palabras del conocido chef español.

En una emisión reciente de ‘Cocina abierta’, el renombrado chef Karlos Arguiñano ofreció a su audiencia un vistazo poco común a su vida personal, marcando un contraste con su habitual tono jocoso. Mientras elaboraba meticulosamente su plato del día, Arguiñano aprovechó la ocasión para extender una cálida felicitación de cumpleaños a su hijo Eneko, el primogénito de la familia.

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No obstante, lo que comenzó como una celebración se transformó en un momento de emotiva sinceridad cuando Arguiñano compartió una de las experiencias más dolorosas de su vida matrimonial. La fecha no era una cualquiera para el chef vasco; representaba el aniversario del nacimiento de su hijo Eneko, quien hace 49 años llegó al mundo, convirtiéndose en el primero de lo que sería una extensa prole.

«Hoy hace 49 años que nació mi primer hijo. Un hermoso niño al que le pusimos de nombre Eneko», expresó Arguiñano, con un tono de orgullo y nostalgia. Eneko no solo es el mayor de siete hermanos, sino también un pilar en la historia y el legado de la familia Arguiñano.

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«Fue una tragedia».

Con una sonrisa, el chef bromeó sobre la edad de sus hijos, «Ya tengo hijos casi cincuentones», pero su semblante se tornó serio al rememorar los desafiantes comienzos de su matrimonio. La llegada de sus primeros hijos estuvo marcada por la adversidad y el dolor. «Perdimos dos hijos de siete meses. Fue una tragedia en nuestra casa porque como nos gustan tanto los niños…», confesó, revelando las profundas heridas que esos eventos dejaron en su familia.

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Arguiñano recordó con tristeza aquellos tiempos sombríos, «Nacieron muertos con siete meses de embarazo. Menuda pena nos dio. Cómo lloraba Luisi», dijo, mientras sus manos seguían preparando un plato que contrastaba con la gravedad de sus palabras. A pesar de la desolación, él y su esposa Luisi se mantuvieron resilientes y decididos a superar la tragedia.

El chef recordó cómo alentaba a su esposa durante esos momentos difíciles, «Yo le animaba: ‘estate tranquila, que tienes un pedazo de marido. Nosotros vamos a tener familia, fijo. Y hemos tenido una familia importante». Y así fue, casi medio siglo después, la familia Arguiñano se ha expandido para incluir a Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba, Amaia y María, su hija adoptiva, cada uno aportando su propia historia al tejido familiar.

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Finalmente, Arguiñano reveló que Eneko, su hijo mayor, ha asumido la responsabilidad de dirigir el restaurante familiar en Zarauz, llevando adelante el apellido con orgullo. «Han nacido en el negocio. Estos de hostelería saben mucho», comentó con una mezcla de humor y admiración, cerrando así su inesperada confesión con una nota de esperanza y continuidad familiar.