Ryanair toma medidas estrictas contra el consumo de alcohol en vuelos a Ibiza
Ryanair, la aerolínea más grande de Europa, ha implementado una política drástica para evitar problemas en sus vuelos hacia Ibiza: ha prohibido a los pasajeros llevar botellas de agua a bordo. Según el consejero delegado de la compañía, Michael O’Leary, muchos de los viajeros que se dirigen a este popular destino español reemplazan el contenido de sus botellas de agua por vodka, con el objetivo de consumir alcohol durante el vuelo sin ser detectados. O’Leary explicó que en el pasado permitían llevar agua a bordo, pero descubrieron que en realidad los pasajeros estaban llenando las botellas con vodka. Como resultado, ahora ni siquiera permiten que se suba agua al avión.
Además de este problema, O’Leary señaló que en la actualidad el comportamiento de los pasajeros ebrios es más difícil de manejar que antes. En el pasado, las personas que bebían demasiado solían quedarse dormidas, pero ahora muchos pasajeros combinan el alcohol con pastillas y otras sustancias, lo que provoca un comportamiento más agresivo. Esta mezcla de alcohol y drogas ha llevado a un aumento en los conflictos a bordo, lo que se ha vuelto un desafío considerable para la tripulación.
Incremento de altercados a bordo y otros destinos problemáticos
Michael O’Leary también subrayó que la tripulación no es la única afectada por estos incidentes; los pasajeros ebrios también suelen pelearse entre ellos, lo cual es una tendencia preocupante que está en auge en los vuelos. En declaraciones a SkyNews, O’Leary destacó que Ibiza es, sin duda, el destino donde más se presentan este tipo de comportamientos. Sin embargo, aclaró que este problema no se limita solo a la isla española. Otros destinos de playa, como las islas griegas, así como ciudades del Reino Unido como Liverpool, Glasgow, Manchester y Edimburgo, también experimentan situaciones similares.
En relación a esta problemática del consumo excesivo de alcohol por parte de los pasajeros, O’Leary ha sugerido que las autoridades aeroportuarias deberían intervenir. Propuso que se limite a dos bebidas alcohólicas por cada tarjeta de embarque para evitar que los pasajeros suban al avión en estado de embriaguez. Según O’Leary, esta medida no afectaría los ingresos de los bares de los aeropuertos, ya que seguirían vendiendo bebidas y alimentos, pero lamentó que las agencias gubernamentales del Reino Unido y de otros países europeos no estén tomando el asunto con la seriedad que requiere.