Suceso inesperado en Telecinco.
‘Reacción en cadena’ es el programa que lo está petando en Telecinco. El show que conduce Ion Aramendi cada tarde tiene enganchados a millones de espectadores. Y mucho tiene que ver con los Mozos de Arousa, el trío de cracks que llevaban una racha impresionante. Aunque no siempre les sonríe la fortuna.
Los Mozos de Arousa son un equipo de concursantes que participan en el programa de Telecinco desde hace meses. Está formado por Raúl, Borjamina y Bruno, tres jóvenes de Vilagarcía de Arousa, una localidad de Pontevedra. Los tres son amigos y miembros de la asociación juvenil Arousa Moza, que promueve actividades culturales y de ocio en su zona.
El trío gallego se ha ganado el cariño del público y del presentador Ion Aramendi por su simpatía, su ingenio y su complicidad. Además, han demostrado ser unos auténticos cracks resolviendo las cadenas de palabras y acumulando dinero. Hace poco, lograron superar el millón de euros de bote, un hito histórico en la televisión. Los Mozos de Arousa son, para muchos, un ejemplo de esfuerzo, humildad y diversión.
El lunes pasado, los Mozos de Arousa tuvieron un día para olvidar en ‘Reacción en cadena’. Para colmo, el trío gallego tenía que hacer un cambio de última hora por culpa de un problema de salud de Borjamina, que le dejaba sin voz. Así que decidieron que Raúl fuera el que hablara por el equipo y se pusiera en el centro del plató.
Sufrieron un gran descalabro en la última.
Pero eso no fue lo peor. Los Mozos de Arousa se vieron superados por sus rivales en varias pruebas y tuvieron que hacer el ridículo dando la vuelta al atril mientras sonaba una canción. No acertaron ni una palabra y se quedaron con el marcador a cero.
A pesar de todo, consiguieron llegar a Complicidad ganadora con una ligera ventaja sobre sus contrincantes. Hay que reconocer que el otro equipo lo hizo muy bien en la penúltima prueba y le plantó cara al equipo gallego. Solo les sacaron un punto de diferencia: nueve contra ocho.
Lo peor estaba por llegar. Los Mozos de Arousa se plantaron en la última cadena con 114.000 euros en juego, pero la cosa se torció. Fallaron varias veces y el premio se fue reduciendo hasta que llegaron a la última palabra con solo 891 euros. Era el bote más bajo de toda su trayectoria en el programa. «Hacía mucho tiempo que no os veía con una cifra tan baja», les soltó Ion Aramendi.
Y por si fuera poco, la última palabra se les atragantó. Tenían que adivinar una palabra que empezaba por «SI» y acababa en «O» y el primer eslabón era «PERRO». Como no lo tenían claro, compraron el eslabón y el bote se quedó en unos míseros 446 euros. Al final, acertaron al decir «SIGNO» y se llevaron esa cantidad a su bote, que ya suma 1.181.922 euros.
