«Tranquilízate, porque…»: El demoledor zasca de Álex Caniggia a Avilés nada más llegar al plató:

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Tensión en directo en Telecinco.

La noche del jueves fue una de las más tensas y emotivas de ‘Gran Hermano VIP’. José Antonio Avilés y Carmen Alcayde se enfrentaban a la expulsión, y ambos sabían que uno de ellos tendría que abandonar la casa. Carmen estaba desconsolada y no podía parar de llorar. “Yo no puedo ser la del 85%, eso significaría que solo me quiere un 15% de la audiencia, o lo que es lo mismo mi familia y mis amigos, no podría ni ir al colegio a por mis hijos”, se quejaba la colaboradora. José Antonio intentaba consolarla y le decía que él era el que se iba a ir.

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Y no se equivocaba. La audiencia había hablado y con un rotundo 85% de los votos, había elegido a José Antonio Avilés como el expulsado de la noche. Carmen Alcayde se salvaba con un 15% y respiraba aliviada. José Antonio se abrazaba a ella y le decía: “Te lo dije, que ese porcentaje era mío, tranquilízate porque yo lo sabía”.

El cordobés se mostraba resignado y admitía que su concurso no había gustado a la gente. “Estoy bien, yo he venido aquí a jugar, está claro que mi concurso y mi forma de ser no le han gustado a la gente, pero yo no puedo hacer otra cosa, me lo intento tomar con la mayor deportividad posible”.

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Más acontecimientos inesperados en la sala de expulsión.

Pero lo que José Antonio no sabía es que le esperaba una sorpresa en la sala de expulsión. Allí se encontraba con Marta Castro, su supuesta amiga, que le recibía con unas duras palabras. Marta le echaba en cara que le había perjudicado con su actitud y que le había arruinado su programa y el suyo propio. “Contenta me tienes porque, aunque de mí no has dicho nada, te has cargado tu programa y como consecuencia el mío, yo he cometido muchos errores y fallos, pero sé que estar contigo no me ha beneficiado nada”, le soltaba Marta.

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José Antonio se quedaba de piedra al escuchar a Marta y se daba cuenta de que fuera las cosas estaban muy mal para él. Así que cuando le ofrecían la posibilidad de participar en la repesca del programa, una oportunidad de volver a la casa y seguir concursando, él la rechazaba sin pensarlo dos veces. “¿Repesca a mí? ¿Con un 85% de los votos para expulsarme y con una persona que yo quiero y pensaba que la tenía fuera que viene a decirme esto? No, se acabó, fuera, cero”.

José Antonio Avilés ponía fin así a su paso por ‘Gran Hermano VIP’ y se dirigía al plató, donde le esperaban más enfrentamientos. El colaborador de televisión llegaba todavía impactado por el alto porcentaje con el que había sido expulsado y explicaba que no quería entrar al plató porque sentía que la audiencia no lo quería.

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«Yo a las ratas…»

Pero en el plató no iba a tenerlo más fácil. Allí se encontraba con Álex Caniggia y Gustavo Guillermo, dos de sus excompañeros que habían sido expulsados por una pelea. Álex le culpaba de haber provocado su expulsión y la de Gustavo, y le lanzaba un ‘zasca’ al negarse a hablar con él. “Lo que más me molesta es que desde que entró él, toda la casa cambió. Nosotros dos estamos acá expulsados por culpa de él”, afirmaba Álex.

José Antonio se defendía y le decía que ellos eran los responsables de su propia expulsión. “Que Gustavo esté aquí es injusto, pero dos personas no se pelean si uno no quiere. Por lo tanto, si estáis aquí es porque el programa tuvo que tomar una determinación por lo que hicisteis”, replicaba Avilés.

Gustavo también tenía algo que decirle a José Antonio. Le acusaba de ser “un falso” por haberle criticado a él y a su pareja antes de entrar al concurso y luego darle abrazos dentro de la casa. José Antonio se defendía y decía que él había sido sincero y que había pedido perdón por sus errores. Así terminaba la noche para José Antonio Avilés, que se despedía de ‘Gran Hermano VIP’ entre lágrimas y reproches.