Avilés se venga de Telecinco al destapar públicamente la censura que han estado sufriendo en la casa de ‘GH VIP 8’

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José Antonio Avilés no se calla tras su expulsión de ‘GH VIP 8’.

José Antonio Avilés se llevó una sorpresa muy desagradable al salir de la casa de Gran Hermano VIP 8. El público le había dado la espalda con un rotundo 85% de los votos, y la presentadora Marta Flich no se cortó un pelo al recibirlo. Le esperaba un aluvión de abucheos, reproches y zascas que le dejaron con la boca abierta.

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Avilés había sido uno de los concursantes más polémicos de esta edición, y no precisamente por su gracia o su simpatía. Su actitud arrogante, manipuladora y mentirosa le había granjeado la enemistad de muchos de sus compañeros, y también de la audiencia. Su última fechoría fue provocar la expulsión disciplinaria de Álex Caniggia, el favorito de muchos, por una supuesta agresión que nunca existió.

Marta Flich le pone en su sitio, y Avilés se venga de la cadena.

Al llegar al plató, Avilés intentó hacerse el humilde y admitir que quizás su concurso no había sido el mejor, pero nadie le creyó. Marta Flich le recordó que había alguien muy enfadado con él, y le dio paso a Álex Caniggia, que estaba en el confesionario. El argentino no se anduvo con rodeos y le soltó una frase lapidaria: “Yo a las ratas de alcantarilla no les dirijo la palabra”. El público estalló en aplausos y vítores, mientras que Avilés se quedó sin palabras.

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Pero lo peor estaba por llegar. La madre de Avilés, que estaba en el plató, le echó una bronca monumental y le dijo que se callara la boca si no sabía comportarse como un señor. Que no tenía derecho a amenazar ni a insultar a nadie, y que le daba vergüenza ajena. El público volvió a aplaudir a la señora, que demostró tener más educación y sentido común que su hijo.

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Avilés, lejos de aceptar su derrota, se puso chulo y le dijo a la dirección del programa que no iba a tolerar que le faltaran al respeto, y que él no le iba a permitir ciertas formas ni a Álex ni a nadie. Pero Marta Flich le paró los pies con un zasca de los que hacen historia: “Yo también te tengo que recordar, de la misma forma, eso tiene que ser recíproco. Tú, de los últimos adjetivos que le has dedicado a Carmen Alcayde, ha sido sanguijuela o chusma. Y se te ha permitido”.

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El público se volvió loco con el golpe de la presentadora, que dejó a Avilés con cara de tonto. El exconcursante no supo qué decir, y se limitó a guardar silencio, avergonzado por la situación. Avilés había sido el más odiado de la casa, y había insultado a varios concursantes, como a Carmen Alcayde, a la que se enfrentó en la expulsión con un 85% de los votos en su contra.

Destapa la censura desde que Álex Caniggia y Gustavo fueron expulsados de la casa.

Avilés ha sido sin duda el protagonista indiscutible de esta edición del concurso. El joven de Córdoba no ha dejado indiferente a nadie, ni dentro ni fuera de la casa. Sus líos, sus broncas, sus confesiones y sus traiciones han dado mucho que hablar, tanto que hasta los que se han ido del programa por voluntad propia o por expulsión han tenido algo que decir sobre él, y no precisamente bueno.

Pero si hay algo que ha generado mucha controversia y misterio ha sido la expulsión disciplinaria de dos de sus compañeros, con los que Avilés tenía una relación muy controvertida. Al principio, el programa anunció que iba a mostrar las imágenes que habían motivado la decisión de la organización, pero luego se echó para atrás y dijo que no las iba a emitir por respeto a los afectados y al público, que podía resultar herido por lo que iba a ver.

Así que lo único que nos enteramos de lo que pasó fue lo que los propios expulsados contaron a la presentadora, que básicamente fue que hubo un forcejeo entre ellos, pero que no llegó a haber violencia ni agresión. Sin embargo, esto no convenció a nadie, y las redes sociales se llenaron de críticas y exigencias para que se mostraran las imágenes, que nunca vieron la luz, aceptando como válidas las explicaciones que dieron desde el programa.

Pero Avilés, que no se calla ni debajo del agua, ha soltado la bomba en directo y ha dejado caer que hay algo más detrás de todo esto. Mientras debatían sobre sus vivencias y sus polémicas en la casa, de pronto soltó que “el super nos pidió que no hablásemos del tema” para cortar el tema de la expulsión de sus amigos por orden de la organización.

Y por si fuera poco, Avilés también ha sorprendido a todos al rechazar la oportunidad de volver al concurso, que le ofreció la presentadora tras ser expulsado por la audiencia con un porcentaje aplastante. El colaborador dijo que no quería volver por dos razones. La primera, el 85% que le había echado de la casa, demostrando que no tenía el apoyo del público. La segunda, el reencuentro con su amiga Marta Castro, que también optaba a la repesca, y que le dijo que estaba decepcionada con él por lo que había visto fuera del concurso, hundiéndole aún más el ánimo.