El zasca demoledor de Isabel Rábago a Ana Obregón tras lo que dijo en Telecinco

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Ana Obregón le lanza un dardo a Alessandro Lequio por no conocer a su nieta.

El pasado martes, Ana Obregón se sentó con Ana Rosa Quintana en el programa ‘TardeAR’ y se sinceró sobre su vida tras la muerte de su hijo Álex. Entre otras cosas, le mandó un mensaje a su ex, Alessandro Lequio, para que se animara a visitar a su nieta. Esta petición no ha sentado nada bien al italiano, que ha preferido guardar silencio sobre el tema. Sin embargo, su compañera Isabel Rábago no ha tenido pelos en la lengua y ha criticado duramente a la actriz y presentadora.

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En el programa ‘Vamos a ver’, presentado por Joaquín Prat, se analizó la entrevista de Ana Obregón y se le dio la palabra a Alessandro Lequio, que se mostró muy tajante. El colaborador dejó claro que él tiene una forma de actuar muy distinta a la de Ana Obregón, que ha decidido compartir su dolor y sus recuerdos con el público en varias ocasiones. Lequio, en cambio, ha optado por mantenerse al margen y no entrar en polémicas.

El mensaje de Isabel Rábago.

Isabel Rábago tampoco se mordió la lengua y expresó su opinión sobre la actitud de Ana Obregón. La periodista le reprochó que pusiera demasiada presión sobre una bebé que apenas tiene unos meses. Se refería a una foto que publicó Ana Obregón en la que se veía a la niña señalando una imagen de Álex. Según Rábago, era la propia Ana Obregón la que le guiaba la mano a la pequeña, que no tenía conciencia de lo que hacía.

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Lequio respondió a Rábago que él no podía juzgar ciertos comportamientos y que no quería entrar en ese juego. Joaquín Prat le preguntó si era porque había cosas que no compartía con Ana Obregón. Lequio dijo que no era por eso, sino porque había muchas cosas que explicar y que él había tomado la decisión de no hablar desde el primer día.

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Más tarde, Rábago fue más directa y le dijo a Lequio que Ana Obregón le estaba señalando como un mal abuelo. Le acusó de no querer conocer a la descendencia de su hijo y de rechazar las facilidades que le ofrecía Ana Obregón para ver a su nieta. Lequio dijo que sabía que Ana Obregón no pensaba eso, aunque lo pareciera. Añadió que lo importante era cómo estaba él, cómo se sentía él y cómo estaba su familia, formada por su mujer y su hija. El resto le daba igual.

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Rábago le recordó que estaban hablando de eso porque Ana Obregón había vuelto a sacar el tema en un plató y le había puesto en el foco. Lequio defendió que él y su familia tenían unos principios. Rábago concluyó con una frase lapidaria: «Sí, y ella no».