Rocío Carrasco mantiene el enfrentamiento con el resto de su familia.
La familia de Rocío Jurado, una saga marcada por el conflicto y el dolor La desaparición de la cantante en 2006 desencadenó una serie de enfrentamientos entre sus seres queridos que aún hoy siguen sin resolverse. Su hija mayor, Rocío Carrasco, se ha convertido en el centro de la polémica tras revelar los supuestos malos tratos que sufrió por parte de su exmarido, Antonio David Flores, y la agresión que le propinó su hija menor, Rocío Flores. Mientras tanto, su hijo David intenta mantenerse al margen de la guerra mediática, aunque no siempre lo consigue.
Rocío Jurado fue una de las artistas más queridas y admiradas de España. Su voz y su carisma la convirtieron en un icono de la música y en una figura muy respetada por el público y sus compañeros de profesión. Sin embargo, su vida personal no fue tan plácida como su carrera. La cantante tuvo que afrontar varios problemas familiares que la hicieron sufrir y que se agravaron tras su muerte en 2006.
Uno de los principales conflictos que ha sacudido a la familia de “la más grande” ha sido el que enfrenta a su hija mayor, Rocío Carrasco, con su exmarido, Antonio David Flores, y con su hija menor, Rocío Flores. La relación entre ellos se deterioró hasta el punto de romperse por completo, dando lugar a una batalla judicial y mediática que ha durado más de dos décadas.
Rocío Carrasco ha vivido un auténtico calvario desde que se separó de Antonio David Flores en 1999. La mujer de Fidel Albiac ha tenido que soportar las constantes acusaciones y humillaciones públicas por parte de su exmarido, que ha utilizado los medios de comunicación para desprestigiarla y presentarse como una víctima. Además, ha visto cómo parte de su familia se posicionaba a favor del padre de sus hijos y le daba la espalda.
Tras años de silencio y aislamiento, Rocío Carrasco decidió en 2021 dar un paso al frente y contar “su verdad” en una docuserie titulada ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’. En ella, la hija de Rocío Jurado relató con todo lujo de detalles el infierno que vivió junto a Antonio David Flores, al que acusó de maltratarla física y psicológicamente durante su matrimonio y después de su divorcio.
«Yo no soy tu padre».
Pero el testimonio más duro y desgarrador que ofreció Rocío Carrasco fue el que se refirió a su hija menor, Rocío Flores. La madre confesó que en 2012 sufrió una brutal paliza por parte de la joven, que entonces tenía 15 años, y que le provocó graves lesiones físicas y emocionales. A raíz de ese episodio, Rocío Carrasco cortó todo contacto con sus hijos y denunció a su hija ante la justicia.
La docuserie causó un gran impacto social y mediático, generando un intenso debate sobre la violencia machista y el papel de los medios de comunicación. Muchas personas mostraron su apoyo y solidaridad con Rocío Carrasco, mientras que otras cuestionaron su credibilidad y la acusaron de mentir o exagerar.
Entre los más críticos con la versión de Rocío Carrasco se encontraban los miembros de la familia Flores, que no dudaron en defender a Antonio David y a Rocío Flores. El exguardia civil negó rotundamente las acusaciones de maltrato y aseguró que todo era una estrategia para desprestigiarlo y arruinarlo. Su hija mayor también se mostró muy dolida y enfadada con su madre, a la que pidió públicamente que retomara el contacto con ella y con su hermano.
Rocío Flores ha sido una de las personas más afectadas por la emisión de la docuserie. La joven ha tenido que enfrentarse a las duras palabras de su madre, que la señalaban como una agresora y como una cómplice del maltrato paterno. Además, ha visto cómo se hacía pública la sentencia que la condenaba por los hechos ocurridos en 2012, algo que vulneraba su intimidad y su derecho al olvido.
Lejos de quedarse callada, Rocío Flores ha contraatacado con fuerza y ha iniciado una ofensiva judicial contra los responsables de la docuserie, a los que acusa de vulnerar su honor y su intimidad. La hija de Antonio David también ha anunciado que demandará a su madre por las declaraciones que hizo sobre ella en la serie. Asimismo, ha contado con el apoyo de su padre, que ha ganado un juicio por despido improcedente a la productora de la docuserie y que quiere crear un canal en YouTube para contar su versión de los hechos.
David Flores ya no se calla.
Mientras tanto, el hijo menor de Rocío Carrasco y Antonio David, David Flores, ha intentado mantenerse al margen de la guerra mediática que protagonizan sus padres. El joven, que tiene unas necesidades especiales debido a una enfermedad congénita, ha preferido centrarse en sus estudios y en su afición por el fútbol. Sin embargo, esto no significa que no tenga opinión sobre el conflicto familiar.
Según reveló hace un tiempo su tío Amador Mohedano, David Flores tiene una mala imagen del marido de su madre, Fidel Albiac, al que considera “muy poco agradable”. El hermano de Rocío Jurado contó que el nieto de “la más grande” le había hecho ese comentario tras ver la revista que recogía la boda de Rocío Carrasco y Fidel Albiac. Amador también dijo que David lo pasaba muy mal cuando visitaba Chipiona y veía los recuerdos de su abuela y de su familia.
El ex de Rosa Benito contó que David es muy sensible y que para él era duro ver fotos antiguas de la familia. Por este motivo, Amador decidió esconder varios objetos para que su sobrino no los viera, entre ellos la revista que recogía la boda de su madre y Albiac. Sin embargo, el joven consiguió hacerse con la publicación. Al parecer, tras tenerla entre sus manos, la puso sobre la mesa y, señalando a la pareja de Rocío Carrasco, dijo: “Tito, este es muy poco agradable, ¿verdad?”. Cuando Amador contó esto, añadió: “El chiquillo es muy listo”.
No obstante, Rocío Carrasco desmintió las palabras de su tío y aseguró que Fidel Albiac siempre había sido muy cariñoso y atento con sus hijos. También dijo que Rocío Flores tenía mucha complicidad con el sevillano y que le contaba sus problemas del colegio. Según Rocío Carrasco, Fidel siempre quiso que sus hijos fueran felices y que respetaran y quisieran a su padre.
Según ella, “Fidel siempre ha sido con mis hijos muy especial, muy tierno, muy condescendiente y más blando que yo en muchos sentidos. Mi enano moría con Fidelito, como él le decía”. Además, afirmó que “cuando David comenzó a hablar le llamaba papá. Fidel le decía que él no era su papá, que era Pepe. Y mi hijo entonces le contestaba diciéndole que entonces sería papá Pepe”.
Una complicidad que el sevillano también tenía con Rocío Flores, la otra hija de su mujer. Como Rociíto ha relatado en su serie, “ella cuando era más pequeña si le pasaba algo en el cole iba y se lo contaba a Fidel. Siempre ha sido muy cómplice de ellos, siempre estaba preocupado por sus notas y porque estudiaran”.
“Él quería que tuviesen un mundo de niños y no de adultos”, dijo. También contó Rocío Carrasco que “con mis hijos era y ha sido una persona que se ha preocupado, que se ha ocupado y que se ha desvivido como si fueran suyos. Además, siempre ha inculcado a los niños que respetaran y quisieran a su padre”. “Esos niños con Fidel era locura”, zanjó.
La familia de Rocío Jurado vive sumida en un drama sin fin. La cantante, que fue un ejemplo de amor y unión familiar, seguramente no entendería cómo sus seres queridos se han distanciado y enfrentado de esta manera. Quizás algún día puedan reconciliarse y recuperar la armonía que un día reinó en su hogar. Mientras tanto, solo queda esperar que el tiempo y la justicia pongan a cada uno en su lugar.
