Cuenta el viejo dicho que «no hay que vender la piel del oso antes de haberlo cazarlo». Porque si lo haces, aumentan las posibilidades de que actúe el karma, además de que termine uno avergonzado con toda la razón.
Hoy os traemos una divertidísima recopilación de casos de personas que han sufrido aquello de celebrar prematuramente un éxito y que, al final, no acabó en tal, convirtiéndose en toda una pesadilla.