A veces, tener demasiadas expectativas es algo que nos puede jugar una mala pasada. En ocasiones, nos ilusionamos con lo que pensamos que vamos a recibir… y después nos llevamos un chasco.
Es algo que ocurre sobre todo en fechas señaladas, en las que lejos de recibir lo que soñábamos… obtenemos todo lo contrario. Atento a estos demoledores ejemplos, porque seguro que te hacen sentir identificado.
Y tú, ¿cuál es el peor regalo que has recibido?