Juan Sobrino, de 48 años, es el encargado de la biblioteca municipal de Soto del Real desde 2006, hace unas semanas mientras hacía un recado, cogió los libros que había preparado para Olvido, una de las residentes de la Residencia Soto Fresnos, y le llamó por teléfono para leérselos. Pero esa no fue la única vez, Juan lo ha convertido en rutina, todos los viernes hace los llamados ‘Cuentos por teléfono’, un servicio de lectura para combatir el aislamiento de los mayores del municipio de Soto del Real mientras dure la pandemia.
“Desde 2015 vamos por lo menos una vez al mes a las residencias. Cuando ocurrió esto, con la imposibilidad de acceder dentro, veía que teníamos que darle continuidad de alguna forma porque era más necesario que nunca”, explica juan. “Ahora en vez de ir una vez al mes, les leemos por teléfono una vez a la semana”
Pero él no está solo, cuenta con la ayuda de varios voluntarios. Cada uno de ellos, llama y lee siempre a la misma persona, algo que genera un gran vínculo entre ambos. En teoría son sesiones de 20 minutos, pero suelen alargarse si notan que el oyente está animado. Una noticia que han compartido en Twitter y ha generado un sinfín de comentarios como estos:
Un bibliotecario que llama a ancianos en residencias para leerle cuentos por teléfono y paliar el aislamiento y la soledad.
Se me ha metido algo en el ojo https://t.co/AiO3LKJVQu
— Lara Hermoso (@lhermoso_) August 24, 2020
Yo estaría encantada de llamar por teléfono un par de veces a la semana a alguien que este solo y que eche de menos tener una conversación pausada.
¿Alguien que sepa organizarlo para emparejar hablantes por afinidades?— triche (@beatrusca) August 24, 2020
Siempre he pensado que a esta iniciativa de la @Bibliotecalorca (un banco de relatos sonoros) le vendría bien un poco más de difusión: https://t.co/A7SpZz5QHf
— Álex Espín (@espinalex) August 24, 2020
Preciosa iniciativa, una muestra más de toda esa buena gente que hay en el mundo
— Silvio (@SilvioDelVal) August 25, 2020
En Herencia (Ciudad Real) se hizo algo parecido. La gente podía grabar audios o vídeos y mandarlos por WhatsApp o mail a la biblioteca. Ellos los mandaban a las residencias y a un centro de personas discapacitadas.
— Cristina, la de Historia (@cristinahist) August 25, 2020
Esto es lo que hace que la humanidad no se extinga.
— Guillem (@GuillemCristo) August 27, 2020
es la única esperanza , que me queda , en esta sociedad , personas como este bibliotecario
— Melosagarcia (@Melosagarcia) August 25, 2020
Gracias, me hacía falta una noticia así. Un indicio de que queda humanidad… pic.twitter.com/BhoF2NKXYb
— Team Tardis #culturasegura (@AVG_Holmes) August 25, 2020
Ohhh pic.twitter.com/lxc3kJYSzr
— Aintzane Muguruza Mendarte (@aintzanemug) August 24, 2020
Al final voy a creer en el genero humano….
— vara (@vara45485270) August 27, 2020
Excelente iniciativa.!!!Pueden ser también lectores voluntarios.
— Ma Teresa Garcia (@teresasenior) August 25, 2020
Héroes sin capa
— María (@Marietagomariz) August 24, 2020